Contar con una propuesta de valor clara es esencial para desarrollar un producto o servicio exitoso en el mercado.
Parte del desarrollo de esto, como te hemos platicado en otras ocasiones, es que entender a tus clientes es una parte fundamental para el desarrollo de tu negocio.
Y tener claro lo que ellos esperan te ayudará a desarrollar una propuesta que les resulte atractiva y los lleve a tu negocio.
De forma muy sencilla te platicamos algunos pasos que puedes seguir para desarrollar o mejorar la propuesta de valor de tu producto o servicio.
Es importante que observes e identifiques características clave en el segmento de clientes al que quieres dirigir tu producto. Lo que les gusta, lo que les preocupa, lo que les molesta.
Podríamos decir que a través de esto te pondrás en los zapatos de tus clientes, identificando qué es importante para ellos con respecto al producto o servicio que quieres desarrollar.
Identifica tareas que hacen y están relacionadas con lo que quieres proponer, a la par observa obstáculos o riesgos que tienen al realizarlas.
El objetivo de hacer esto es que tengas claro de qué forma tu negocio puede ayudarlos a resolver dichas tareas y obstáculos. Siempre teniendo en cuenta que ellos además esperan obtener un beneficio.
Después de observar a tus clientes podrás identificar los beneficios con los que puedes desarrollar tu propuesta de valor para atraer a tus clientes.
Lo primero es tener claro todos los productos y servicios que puedes ofrecer para ayudarlos a resolver los problemas y necesidades que anteriormente identificaste.
Seguido de esto identifica los valores mediante los que tú crees que tus productos ayudan a tus clientes a resolver tareas que pueden llegar a ser difíciles o fastidiosas.
Ten claro si lo que estás proponiendo los ayudará a resolverlo antes, durante o después de llevar a cabo la tarea.
Tomando en cuenta las dos características anteriores, es importante que identifiques la forma en la que tus productos y servicios ayudarán a tus clientes no solo a resolver algún problema sino que a la vez les den un beneficio.
La propuesta de valor se ve reflejada en los beneficios que tus clientes esperan encontrar en tu producto o servicio.
Cuando las características del valor que encontraste logren satisfacer las que identificaste en el perfil de tu cliente habrás encontrado una correspondencia a través de la cual se podrá desarrollar tu propuesta de valor.
Los dos puntos que revisamos con anterioridad son clave para generar tu propuesta y transformarla en un producto o servicio.
Una vez que ya la has desarrollado es importante que salgas a la calle y obtengas retroalimentación de tus clientes.
Escucha sus opiniones y haz las modificaciones que mejoren la calidad de tu producto o servicio, y que harán que tus clientes lo compren.
Llegará un momento en el que tu producto estará listo para ser lanzado, sin embargo es importante que continuamente analices qué mejoras puedes hacer para seguir ofreciendo un beneficio a tus clientes.
Por ejemplo, Billpocket surgió de la necesidad identificada en las pequeñas y medianas empresas de poder aceptar pagos con tarjeta, por lo que se desarrolló una propuesta de valor que resultó atractiva para este segmento de clientes.
Además, constantemente buscamos escuchar las opiniones de nuestros usuarios para saber de qué forma podemos mejorar el servicio de cobro con tarjeta. Mediante su retroalimentación podemos hacer mejoras en nuestros productos y ofrecer diferentes alternativas para el uso y adquisición de nuestra terminal de tarjetas.
Si ya tienes un negocio o estás por desarrollar uno aplica estos consejos para diseñar una propuesta de valor que sea atractiva para todos tus clientes.