Tal vez te parezca poco lógica la afirmación de que el cobro con tarjeta es más conveniente para tu negocio que cobrar con dinero en efectivo, ya que de entrada, si usas una terminal bancaria, cobrar con tarjeta de crédito o débito te implicaría el pago de distintas tarifas como:
Sin embargo, con Billpocket la cosa cambia, porque el único costo es el que pagas por el lector de tarjetas, que por cierto es mínimo (MX$399) y una comisión fija del 3.5% + IVA por cada venta que realices y nada más.
Pero, si cobrar en efectivo aparentemente no te cuesta nada en comparación con cobrar con tarjetas de crédito o débito, ¿por qué insistimos en que te conviene más cobrar con tarjetas?
La principal razón es que en general tenemos la creencia de que el efectivo no tiene costes añadidos como comisiones o el manejo del mismo; sin embargo y si te detienes a reflexionarlo un poco, te darás cuenta de que sí los tiene.
El uso de efectivo en los negocios también conlleva a una serie de costos “invisibles”, que a su vez desencadenan otros eventos, los cuales moldean nuestra economía y son los siguientes:
Si la única forma de pago que aceptas es el efectivo, entonces estás obligado tener una caja chica con dinero en diferentes denominaciones para poder devolver el cambio de las compras a tus clientes, esto implica que cuando te quedas sin el suficiente cambio, tienes que enviar a alguien o salir tú mismo a buscarlo, ya sea al banco o a algún otro lugar que te quede cerca como una gasolinera por ejemplo, lo cual es bastante incómodo tanto para ti como para tus clientes. Esto además, implica un gasto de dinero y de tiempo en el traslado, lo que además nos lleva al siguiente punto.
El efectivo es el medio de pago más inseguro que existe, ya que portarlo o tenerlo en las cantidades que sea nos hace blanco de posibles robos, lo cual nos obliga a gastar en sistemas de seguridad como cajas fuertes y cajas registradoras, sistemas de vigilancia de circuito cerrado, sistemas de alarma, e incluso servicio de vigilancia y seguro contra robos. Esto sin contar que si manejas grandes cantidades de dinero seguramente tienes que pagar por un servicio de traslado de valores. Desde luego que podrías ahorrarte todos estos costos simplemente no gastando en ellos, pero si llegaras a sufrir algún siniestro de robo, seguramente terminarás perdiendo más.
Por otra parte está el tema del control. Mantener el control del efectivo es muy complicado, ya que implica tener en todo momento registro y evidencia de cuánto ingresas, cuánto gastas y en qué, lo que implica prácticamente tener a una personas encargada de las finanzas de tu negocio de manera local, que realice cortes de caja, arqueos, retiros y depósitos para mantener en todo momento el máximo control posible sobre tu efectivo.
¿Te parece injusto que los negocios “informales” no paguen los mismos impuestos que tú pagas y que no cumplan con las mismas obligaciones fiscales? Bueno, en gran medida esto se debe a que el efectivo permite que muchas transacciones no queden registradas e identificadas, lo cual a su vez da pie a la evasión de impuestos y por ende a la competencia desleal.
Esto, desgraciadamente, también repercute en que haya una mayor dificultad para emprender nuevos negocios.
"De hecho hay una gran correlación entre la dificultad para hacer negocios y la preferencia por el efectivo en diferentes países. De acuerdo con un estudio del Banco Mundial, en el que se califica a los países según la facilidad para realizar negocios, en los países con mayores dificultades hay una mayor preferencia por los pagos en efectivo." (fuente: Forbes)
Como podrás darte cuenta, el resguardo, el control y el traslado del dinero en efectivo también tiene un costo. En general el manejo del dinero implica un alto costo no sólo para las empresas sino también para la economía de los países. Es por esto que países como Holanda están intentando eliminar por completo el uso de dinero en efectivo, lo cual, viéndolo desde este punto de vista no resulta nada descabellado.
El cobro con tarjeta, por medios electrónicos o por cualquier otro que no implique dinero en efectivo repercutiría de manera positiva no sólo en tu negocio, sino también en temas tan fundamentales para la economía de una comunidad y de un país, tales como la productividad, la seguridad, la sana competencia, la recaudación de impuestos e incluso otros, como disminución de la corrupción y el crimen organizado.
¿Y tú qué piensas al respecto? ¿Alguna vez habrías imaginado que el efectivo no fuera la forma más económica de cobrar por tus productos y tus servicios?
Déjanos tus comentarios, nos gustaría mucho saber que opinas al respecto.