Los meses sin intereses pueden ser una herramienta excelente para financiar todo lo que no puedes comprar en una sola exhibición, siempre y cuando se trate de una verdadera y buena oferta, no de un gasto innecesario.
Para administrar correctamente los meses sin intereses hay que tomar en cuenta varios factores como los siguientes.
Hablar de meses sin intereses es hablar de tarjetas de crédito, y mientras conozcamos su funcionamiento y responsabilidades no deberíamos tener mayor problema.
Una tarjeta de crédito no es una extensión de nuestro dinero y mucho menos dinero gratis; simplemente es otra forma de pago que puede ayudarnos a financiar nuestras distintas compras y darnos recompensas por ello.
Para administrar de manera correcta todos los gastos que hagamos a meses sin intereses, es vital conocer nuestras fechas de pago y corte; saber también que cada mes debemos pagar la mensualidad pactada, junto con las otras compras que realizamos durante el mes, puesto que de no realizar el pago completo y pagar sólo la cuota mínima, las compras a meses sin intereses empezarán a generar interés.
Por esa razón hay que pagar la cantidad que indica el estado de cuenta “para no generar intereses”; este monto incluye las compras a meses sin intereses y todo lo demás que compraste a crédito durante el periodo.
Sí, cuando el producto que vas a comprar es prioritario y durará mucho más del tiempo que pagarás por él, un ejemplo: muebles para la casa, maquinaria para un negocio. No, preferentemente cuando rebase el límite de vida del producto, por ejemplo: pagar un celular a tres años no es la mejor idea.
Sí son gustos personales sí, siempre y cuando cuentes con el dinero suficiente para solventar los pagos a fin de mes y te den puntos u otras recompensas por ello.
Nuestra capacidad de pago es importante, pues es la cantidad de la cual realmente disponemos después de todos nuestros gastos y ahorro y es la que podemos usar para invertir en otras cosas que no son gastos fijos.
Ingresos – (gastos+ahorro) = capacidad de pago